La sociedad de hoy está llena de tecnología para comunicarnos así como de oportunidades para distraernos y mantenernos ocupados. Sin embargo, a pesar de esto el sentimiento de soledad del ser humano se encuentra en aumento. Y es que la soledad no está necesariamente vinculada con el hecho de estar aislado del resto del mundo, sino que es un sentimiento y percepción de estar solo, de que no se es aceptado por los demás, un sentimiento de no pertenencia en medio de una necesidad y un profundo deseo de intimidad significativa con otro ser humano.
Todos los seres humanos nacen con una necesidad innata de relacionarse. Esto no solamente está limitado a un contacto físico o a una mera comunicación verbal, al contrario, se trata de una necesidad de intimidad emocional con otro individuo. A través de esta intimidad, nuestra persona es reafirmada, aceptada, e integrada a un grupo de personas o a una parte de la sociedad. Cuando este deseo de intimidad emocional no es satisfecho, entonces el individuo llega a sentir soledad aun cuando pueda estar rodeado de muchas personas u ocupado en muchas labores. Es por ello que en ocasiones la soledad puede ser una percepción de estar solo, aun cuando se esté acompañado.
Los individuos en las familias pueden también experimentar un sentimiento de soledad, lo cual los lleva a un profundo dolor emocional que a su vez produce un sentimiento de vacío en la vida y un deseo no satisfecho de estar con alguien. Algunas de las situaciones o condiciones que causan la soledad son:
- Una sociedad que promueve el estar solos: poco tiempo para comunicarnos cara a cara, muchas ocupaciones que nos aíslan de construir relaciones interpersonales significativas, valores que promueven individualismo y la independencia.
- El tipo de personalidad: existen personalidades más propensas a ser afligidas por la soledad.
- Separación física de los seres queridos: por razones laborales, sociales, de distancia, divorcio, muerte, etc.
- El rechazo hacia otros: el individuo rechaza a algunas personas lo cual contribuye al aislamiento y sentimiento de soledad.
- Ser rechazado por otros: debido a un mal carácter, conflictos interpersonales, por la negligencia de otros tales como familiares, o por la inserción en una nueva cultura etc.
- Descuido en la niñez: padres que no desarrollaron una relación con sus hijos, ocupados en sus trabajos con poco tiempo para darle atención al niño, rechazo hacia los hijos por cualidades físicas, de carácter o personalidad.
Para vencer la soledad, debemos hacer ciertos ajustes en nuestras vidas y en el caso de que se trate de uno de nuestros familiares, ayudarles a hacer dichos cambios:
- Acepte que se siente solo: acepte que tiene este problema para poder hacer frente a este sentimiento.
- Procure ser activo: busque relacionarse con otros, involúcrese en nuevas actividades, desarrolle nuevos intereses que le lleven a romper con la pasividad, autocompasión y ciclo de soledad.
- Ámese a sí mismo: valórese a sí mismo, medite en sus logros (por grandes o pequeños que sean), sus cualidades, sus habilidades y características personales que le hacen único y especial.
- Viva un día a la vez: no viva en el pasado, ni en cómo eran las cosas antes. En cambio, busque aprender de los errores del pasado para construir un mejor presente y para disfrutar de las oportunidades que el día de hoy le ofrece.
- Perdone: perdónese a sí mismo y perdone a otros.
- Abandone el negativismo.
- Aprenda a aceptar al otro: con sus errores y fallas, sea empático, comprensivo y tolerante. Cuando no vivimos de esta manera alejamos a otros de nuestras vidas.
- Acepte las imperfecciones en el otro: no espere que la gente se comporte con usted como cree que deberían hacerlo. Cada persona es diferente, acépteles tal cual son y no espere nada de ellos.
- Comparta sus cargas con otros: comparta sus problemas con otros. Busque a alguien de confianza con quien desahogarse y quien pueda ser un apoyo para usted.
- Atrévase a vivir nuevas experiencias: decida salir de su comodidad y arriésguese a conocer nuevas cosas y nuevas personas (que contribuyan a su salud física y emocional), renueve así su pasión por la vida y reconéctese con usted y con otros.
Psicóloga, Anaely Perez.