En muchas oportunidades he escuchado que la responsabilidad de cada persona en un matrimonio es del 50%. Que cuando las cosas no van bien es responsabilidad de ambos, 50% y 50%. Eso no es verdad, la responsabilidad de cada uno dentro da una relación es del 100%.
Tu no pretendes trabajar 50% de tu tiempo y que te paguen el salario como si trabajaras el 100%. Tu no puedes esperar comer un buen plato de comida y pagar solo el 50% del precio, mientras que el otro 50% lo pague el restaurante.
Si los socios de un negocio solo pretenden dar el 50% de su tiempo, responsabilidad, y trabajo, ese negocio no alcanzará el éxito, ya que no se estará dando todo lo mejor de cada uno.
De la misma manera pasa en el matrimonio o en toda relación. Si cada conyugue piensa que solo aportando parte de su tiempo, dedicación, trabajo, amor, y sacrificio, construirá una relación solida, está equivocado y su matrimonio esta en peligro.
Esta manera de pensar no le permite a los individuos asumir la responsabilidad de sus actos, y si culpar al otro de todo lo que pasa negativamente.
Es necesario que pienses: ¿cuánto estoy dando para que este matrimonio funcione, para que esta relación marche con buen pie? Si luego de meditar en esta pregunta tu respuesta es que no estás comprometido al 100%, es hora de que comiences a asumir la responsabilidad y compromiso de forma total con tu familia.
Al asumir totalmente la responsabilidad y compromiso en tu matrimonio, se acaban las excusas y las justificaciones. Entras en la madures para enfrentar las diferencias y errores.
Al asumir el 100% del compromiso las discusiones por defender lo indefendible, la falta de transparencia, y las excusas, se acaban y comienzas a trabajar en lo que realmente es importante y necesario en la relación. ¿por qué? Porque entiendes que éste negocio es de ambos, y todos aportan de la misma manera.
Al cambiar tu compromiso y responsabilidad al 100% comenzarás a notar que el amor y la comprensión entre tú y tu pareja sufrirá una mejoría notable que te sorprenderá, ya que dejaran de señalarse y culparse y comenzarán a asumir la responsabilidad de forma total, no a medias.
Este concepto puede transformar tu vida completamente, ya que estás asumiendo que tu eres dueño de tus decisiones y de tus actos y que solo tu eres responsable de las decisiones que tomas, sean buenas o malas. Este manera de asumir la vida te hace libre y por lo tanto no andarás culpando a todo mundo de tus males, y te permitirá crecer y madurar como persona y sobre todo como familia. Espero que te ayude.
Pastor, Eliezer Pérez