Una de las quejas más comunes de las mujeres hacia los hombres, es que estos postergan las tareas que les corresponde hacer en el hogar. Ella le dice: “ya sabes que la luz del dormitorio no está funcionando- yo la arreglo hoy mismo por la tarde”. Sin embargo pasan los días, y las semanas, y esta no es arreglada. Las consecuencia de esta conducta son las peleas, el reclamo, y por último la descalificación: “tú nunca haces nada; tu siempre dejas las cosas de la casa para después, no sirves para nada”.
Se ha preguntado, ¿por qué ocurre esto en los hogares? ¿por qué los hombres no cumplen con las tareas del hogar de forma inmediata? Hay muchas respuestas a esta conducta, pero en esta oportunidad compartiré contigo lo que pienso al respecto.
Los hombres no nos casamos con nuestra mamá. Cuando éramos niños nuestra madre nos ordenaba hacer las diferentes tareas que nos asignaba, por ejemplo: Arreglar la cama, lavarnos los dientes, sacar al perro, limpiar el cuarto, etc. Como niños, casi siempre nos tenían que recordar nuestras tareas asignadas, una y otra vez. Esto sucedía debido a que como niños éramos olvidadizos, desobedientes, distraídos, y le dábamos más atención a aquello que nos producía placer momentáneo, dejando de lado nuestras asignaciones domésticas.
Permítame recordarle que usted no es un niño, y no se casó con su mamá. Por lo tanto no necesita que su esposa esté siempre recordándole lo que debe hacer; como sacar la basura a tiempo. Si no desea ser tratado como un adolecente inmaduro, por favor asuma con responsabilidad los compromisos adquiridos para con su hogar.
Sin embargo, hay esposas que les encanta hacer sentir a su conyugue como si fuera un hijo. Su esposo no es su hijo, y no merece ser tratado como tal. Si él llega a comportarse de esa manera, es su responsabilidad dejar bien por sentado que usted no es su mamá, y empeñarse en tratarle como un adulto. De esa manera no reforzará su conducta infantil.
Es importante que como hombre seas lo suficientemente consiente de la responsabilidad que implica un hogar. Esa responsabilidad abarca el cuidado de lo que hay en él, y se espera que muchas de esas cosas sean manejadas o reparadas por ti en el momento que lo ameriten. Recuerda: “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”
La próxima vez que necesites, o se te solicite realizar una tarea en el hogar, detente y piensa seriamente cuándo lo puede hacer. Toma nota de lo que necesitas para realizarlo y disponte hacerlo en el tiempo pautado. Esto causará una buena impresión en tu pareja y ganarás unos cuantos puntos en tu relación. Pero lo más importante, respirarás un ambiente de paz.
Pastor Eliezer Pérez.