La base sobre la cual se fundamente el Judo, esta en bloquear al adversario utilizando su propia fuerza y haciendo que este se agote hasta poder llegar a neutralizarlo en el suelo. Los conflictos siempre van a surgir entre la pareja, por eso debemos, como en el Judo, buscar la manera de aprovechar su fuerza contra nuestro matrimonio para neutralizarlo y sacar el mayor beneficio constructivo posible a nuestro favor.
Para lograr que los conflictos arrojen beneficios tenemos que hacer algunas cosas que nos ayudan a lograrlo.
1. Determine el patrón de conflicto. A medida que las parejas conviven, si se detienen a observar sus conductas y maneras de hablar, podrán determinar fácilmente que hay patrones que se van estableciendo y que terminan en desacuerdos.
Por ejemplo: algo que disgustaba a mi esposa eran mis viajes de compromiso ministerial que se extendían por más de una semana fuera del hogar. Cuando le avisaba con un mes o dos meses de anticipación, a partir de ese momento comenzaba a incomodarse con la idea de quedarse sola con nuestras hijas pequeñas. Esto causaba tención en la relación y algunas veces peleas.
Al descubrir el patrón de conflicto, lo que hice fue avisarle con menos tiempo de antelación y tomar las previsiones necesarias para evitarle hacer cosas que me correspondían a mí durante mi ausencia, aliviando así su carga.
Descubrir el patrón de conflicto te ayuda a tomar medidas con antelación para evitar desacuerdos y peleas innecesarias. Hoy mismo comienza a ver cuales son los patrones en tu matrimonio.
2. Determine los momentos inapropiados donde surgen los problemas. De nuevo hay que abrir los ojos ante aquellos momentos o tiempos en que ocurren los mayores conflictos. Todos sabemos que hay en el mes unos días en que las esposas están altamente sensibles e irritables. Ese tiempo es durante la menstruación. Si no lo sabía entérese.
Si usted es sabio, hará que esos día sean los días más tranquilos y menos exigentes de usted para con ella. Evitando toda confrontación durante ese tiempo, si no quiere morir en el intento. Esos días no son apropiados sino solo para consentirla y mimarla y ayudarla a pasar su mal momento.
Otro tiempo que evitar es cuando alguno de los dos está bajo tensión externa, por razones de trabajo, familia, salud, circunstancias económicas, Etc. Estos momentos nos indican que debemos estar más para ayudar, cooperar y aliviar la carga de nuestra pareja que para confrontarlo con asuntos que pueden tener otro momento. Sea sabio (a) y busque el momento oportuno para compartir su malestar o desacuerdo y, de esa manera estará neutralizando la fuerza del mal momento.
3. Decida conversar sobre lo que los incomoda y tomen acciones. Esto no debe hacerlo cuando aún hay olor a pólvora en el campo de batalla, sino cuando todo parezca estar en paz y relativa calma. Entonces, siéntense y conversen y hagan mantenimiento preventivo.
Hablen de la circunstancia que les está generando roses e incomodidades. Háblenlo, discútanlo y decidan tomar acciones para minimizar el problema. También Revisen sus patrones de conducta y anticípense a los problemas. La gerencia moderna busca ver y analizar los obstáculos que se pueden presentar en el desarrollo de un proyecto. Eso hace, que de antemano, se piense en posibles soluciones o alternativas para enfrentarlos.
De la misma manera, deben hacer ustedes, anticiparse a los problemas, pleitos y circunstancia que pueden traer desavenencia en el matrimonio. Si toman el tiempo para conversar, analizar y adelantarse a los conflictos, estará neutralizando la fuerza del oponente y lo usará a favor de su matrimonio, como el Judo.
Mi apreciado amigo (a), comience a practicar estos principios a partir de este momento, y verá que las cosas cambiarán sustancialmente. Recuerde, ¡No se rinda!
Pastor, Eliezer Pérez.