Dentro de la relación de pareja existen elementos o conductas, de alguno de los cónyuges, que ofenden, irritan y molestan. Ante tal situación no podemos quedar impasible mientras el otro continúa realizando sus acciones desagradables. Hay momentos cuando los errores o las conductas ofensivas deben ser señaladas y colocadas en el tapete de la confrontación. El punto es, ¿Cómo hacerlo? ¿Cuándo lo debo hacer? ¿De qué manera debo hacerlo? De esto trataré en estos próximos artículos. Aquí te doy algunos consejos para comenzar.
Reconoce hasta donde puedes estirar la cuerda. Lo que pretendo es que puedas tener claro hasta donde puedes llegar con tu reclamo, exigencia o petición a tu cónyuge sin que se moleste por lo que le dices. Trata de comprender porque tu pareja le cuesta aceptar tus opiniones o sugerencias. Para ello es importante conocer a tu pareja. Mira lo que le molesta, y por qué. Descubre su temperamento, es posible que tengas un colérico que no le gusta ser confrontado, por lo tanto su reacción siempre será la negación y la discusión. Investiga sus relaciones familiares, padres y hermanos. Lo más probable es que traiga una educación, en este aspecto, equivocada. Eso te brindará la oportunidad de ayudarlo para que vea otras formas de hacer las cosas.
Apela a tus emociones o sentimientos cuando quieras hacerle un planteamiento. Dile como te sientes con eso que él no quiere reconocer. Por ejemplo, Tu le recuerdas amablemente no dejar la ropa sucia tirada por toda la casa, aunque lo haces con amabilidad, notas que se resiste a realizarlo. Prueba hablándole de cómo te sientes tu con esa conducta y como te molesta o entristece ver que él no colabora. De esa manera puedes negociar una solución al problema.
No trates de imponer tu criterio gritando. Esta forma de hacer los reclamos, en vez de ayudar lo que hace es producir mayor resistencia. De esta manera lo que lograrás es que ambos se irriten por el asunto en cuestión y alejarán, cada vez más, la posibilidad de una solución. Recuerda que los gritos y la imposición de tu punto de vista no lograrán los resultados deseados.
No caigas en la crítica constante de lo que no te gusta de él o ella. En este aspecto la Biblia dice: “Peor que gotera en día lluvioso, es la persona que por todo pelea.¡ Querer controlarla es querer atajar el viento o retener aceite en la mano!”(Proverbios 27:15,16) Esta es la peor manera de querer logra algo de tu pareja, no caigas en esta trampa, deséchala y busca mejores caminos para hacer ver a tu cónyuge lo que es mejor para todos y para la relación. Para de criticar y enfócate en lo que realmente deseas mejorar en la vida de tu de tu esposo o esposa.
Recuerda estos sencillos consejos, preocúpate por ponerlos en practica y verás que puedes lograr más con tu cónyuge. En los próximos artículos continuaré tocando otros aspectos de este mismo tema. Recuerda, ¡No te rindas!
Pastor, Eliezer Pérez.
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