La aceptación en la pareja significa que miras a tu cónyuge como una persona valiosa. Que te agrada como es y que respetas su derecho a ser diferente a ti. Esto implica que no te sientes mal o te ofendes que perciba las cosas de manera diferente. Que aceptas sus opiniones y actitudes sin importar cuan diferentes sean a los tuyos.
muchas parejas esperan que su cónyuge, al paso del tiempo, cambie algunos aspectos de su vida. Que renuncie a su actual trabajo y se contrate en otro, que renueve el guardarropa, que utilice tal o cual marca de desodorante o que modifique algunas conductas, tales como dejar a sus amigos, alejarse de las amigas, dejar de jugar el deporte preferido o hasta cambiar algunos modales para comer, y muchos otros más.
Un error común es pensar que las personas tienen que ser como nosotros, olvidando que una de las cosas que trae una gran recompensa en la pareja, es aceptar a la otra persona tal cual como es. Tengo que decir que esto no es fácil; porque cuando la persona no vive de acuerdo a nuestras expectativas, de lo que pensamos, tratamos de cambiarlo. Buscamos moldearlo y forzarlo a cambiar de actitud y comportamiento para probar que estamos en lo correcto. Recordemos que lo opuesto a la aceptación es el rechazo. Es posible que de manera inconsciente usted este rechazando a su pareja.
Para ejercer la aceptación del cónyuge, primero hay que aceptarse a si mismo. También proponerse, de manera consiente, aceptar a la persona con sus virtudes y defectos y, por último, dejar la manía de querer mejorar o educar a su pareja. Muchos hombres y mujeres se quejan de que siempre él o ella está tratando de cambiarlos.
Esto no quiere decir que usted no ve o reconoce los defectos de su cónyuge. Usted tiene que reconocer las fallas o errores de su pareja, pero también puede escoger concentrarse en los buenas cualidades y posibilidades que hay en su esposo o esposa. Cuando hablo de aceptación me refiero a que hay que mirarlo completo, con lo bueno y lo malo, pero decidiendo escoger admirar lo bueno; demostrando así su contentamiento con él o ella.
Mis apreciados lectores, esposos y esposas, seguramente piensas que la persona con quien te casaste, no resultó ser lo que esperabas. Es posibles que te has enfocado tanto en sus defectos que has dejado de admirarlo por las muchas cosas buenas que tiene. Que tal si desde ahora haces un esfuerzo deliberado para dejar de tratar de cambiar a esa persona maravillosa que Dios te ha dado y comienzas a practicar la aceptación.
Mi consejo para ti es que busques impresionarle dándole amor, diciéndole su virtudes y reconociendo sus fortalezas, eso te dará mejor resultado y notarás que comenzará a esforzarse por ser mejor cónyuge, padre y amante. Si tienes que decirle algo que no te gusta, busca el mejor momento para hacerlo y usa las palabras adecuadas sin gestos de reproche.
Recuerda esto no es fácil, pero si lo intentas de manera apropiada, lo lograrás y serás más feliz. No te rindas.
Pastor, Eliezer Pérez.