El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. (La Biblia, 1 Corintios 13:4-7)
Meditando sobre este pasaje Bíblico, pude notar que este es el estándar de un amor maduro. Aquí puede ver lo que el amor maduro es y lo que no es. Ed Young, en su libro “Los diez mandamientos en el matrimonio”, hace un resumen muy interesante de esta verdad, y anima a las parejas a que lo usen como una lista de comprobación personal para evaluar el amor que siente por su cónyuge.
Aquí les comparto lo que Ed Young dice sobre lo que es el amor.
- El amor es paciente. Soy capaz de soportar las imperfecciones de mi pareja.
- El amor es bondadoso. Hago actos de bondad, de amabilidad, para con la otra persona.
- Se regocija con la verdad. Mi amor crece sobre la base de la sinceridad y la integridad.
- El amor es confiado. Yo creo en lo mejor de mi cónyuge.
- El amor es esperanzado. Espero dar lo mejor para mi cónyuge, y espero lo mejor de mi cónyuge.
- El amor es perdurable. Mi amor perdura aún en los momentos difíciles.
Ed Young continúa con lo que el amor maduro no es.
- El amor no es Envidioso. Por el contrario descansa seguro
- El amor no es jactancioso (fanfarrón) Por el contrario evita la auto adulación.
- El amor no es orgulloso. Por el contrario es humilde.
- El amor no es egoísta. Por el contrario, antepone las necesidades y los deseos del cónyuge.
- El amor no es enojadizo. Por el contrario, reprime los exabruptos.
- El amor no es vengativo. Por el contrario, el amor madura perdona aún cuando lo tratan injustamente.
Por sobre todo, ¡El amor nunca deja de ser! Siempre está dispuesto a apoyar al cónyuge.
Aunque este estándar es muy alto y difícil de llenar a cabalidad, sin embargo no deja de ser una buena vara para medir la manera de amar a la persona a quien le ha entregado su vida. Te animo a que reflexiones sobre esto y tomes aquellos aspectos que debes mejorar y comiences a trabajar en ello. Dios te bendiga.
Pastor Eliezer Pérez.