Tal como discutimos en uno de mis artículos, todo ser humano tiene hambre de caricias y de reconocimiento, pero también tenemos hambre de un tiempo estructurado. Cada uno de nosotros tenemos 24 horas para hacer las diferentes actividades que consideramos convenientes para nuestro desarrollo como individuos. No obstante, la forma en como utilizamos ese tiempo debe ser equilibrado de tal manera que podamos desarrollarnos integralmente en nuestras emociones, autoestima y personalidad.
Eric Berne, una vez mas nos enseña algunas maneras en las que usualmente cada individuo estructura su tiempo. En este artículo destacaré las que considero mas importantes para nuestro crecimiento individual, que a su vez repercutirá en nuestras relaciones familiares. Estos son: Pasatiempos, Aislamiento, Actividades e intimidad.
1) Pasatiempos: se refiere al tiempo que empleamos en conversaciones con otros en donde se nos permite exponer nuestras ideas y opiniones respecto a diferentes temas. A través de esta actividad, recibimos el reconocimiento de nuestro entorno social, por lo que resulta importante en el desarrollo de nuestra autoestima, autoimagen y seguridad personal.
2) Aislamiento: se refiere al tiempo que una persona usa para aislarse mental o físicamente. “Soñar despierto” y fantasear son algunas de las maneras en que podemos llegar a aislarnos mentalmente. Tomar un tiempo para caminar a solas y meditar en nuestra propia vida es un ejemplo del aislamiento físico. El aislamiento es positivo cuando se utiliza para nutrirnos como individuos y meditar en si mismo o disfrutar de nuestra soledad. No obstante el aislamiento puede tornarse negativo cuando es utilizado como un medio para sentir autocompasión, soledad y/o cualquier sentimiento que no enriquezca nuestra salud emocional.
3) Actividades: se refiere al tiempo empleado para estar en contacto con la realidad, es decir con el medio y sociedad en la que el individuo se desenvuelve. El trabajo, cocinar la cena, llevar los niños al colegio y aún acciones tales como vestirse son algunas de estas actividades. Su importancia deriva del reconocimiento, autorrealización, aceptación y satisfacción que cada persona consigue a través de estas actividades.
4) Intimidad: Se refiere al tiempo que empleamos en desarrollar relaciones profundas y autenticas, presentándonos al otro tal como somos, con nuestras ideas mas personales y con una exposición real de nuestros sentimientos y emociones. A través de la intimidad el individuo obtiene un reforzamiento de su personalidad y una aceptación de parte del otro, contribuyendo así a su crecimiento emocional y fortalecimiento de su individualidad.
Apreciado lector, todo en nuestra vida, requiere un equilibrio. Supongamos que usted dedica la mayor parte de su tiempo en pasatiempos o bien sea en aislamiento, entonces carecerá de “intimidad” y de “actividades” que le provean de una satisfacción personal. En el caso contrario supongamos que usted emplea mucho mas tiempo en las actividades laborales y su tiempo de intimidad con otros es mínimo, disminuyendo así la posibilidad de desarrollar relaciones significativas y autenticas.
En el común de los casos, las familias se dedican a muchas actividades y a poca intimidad; en ocasiones los adolescentes también emplean gran parte de su tiempo en aislamiento por lo cual las relaciones con sus padres y hermanos se vuelve distante y tirante.
La mala estructuración de nuestro tiempo puede dar lugar a un desarrollo personal limitado, insano y con motivaciones equivocadas que a su vez afectarán nuestras relaciones familiares y aun nuestra satisfacción personal. Es importante entonces que nuestro tiempo sea estructurado de una manera sana y equilibrada dejando espacios para cada una de las cosas y personas que añaden valor a la vida.
Le invito a que esta semana haga un inventario del tiempo que emplea en cada una de las categorías descritas anteriormente, de esta manera podrá determinar como esta estructurando su tiempo y si existe alguna carencia que no está satisfaciendo. Recordemos lo que uno de los hombres mas sabios del mundo dijo en una oportunidad: “Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo” Salomón (Eclesiastés 3:1).
Psicóloga, Anaely Pérez.