He venido hablando de peligros que enfrentan las parejas, y no quiero terminar este tema, sin hablar de dos que considero muy comunes entre los matrimonios, y que vale la pena mencionarlos. Me refiero a la desconfianza y a las amistades fuera de control.
La desconfianza. Muchas veces este problema tiene su raíz en la inseguridad. Algunos la experimentan debido a una escasa confianza en si mismo. Por eso, es importante determinar si la desconfianza es por inseguridad o porque realmente el cónyuge no es confiable. Sea cual sea la raíz del problema, la desconfianza no ayuda al desarrollo sano y nutritivo de la pareja, ya que el amor, el respeto y la confianza se resquebrajan. Evite la desconfianza demostrando que usted es confiable. Trate al sexo opuesto con cariño pero con respeto. Evite tener amistades secretas, sus amigos o amigas deben ser conocidos por su cónyuge. Su teléfono celular, cuenta de email o cualquier otro medio, deben ser cartas abiertas. Por último, hable con su pareja de los encuentros fortuitos, que tenga con amigos y amigas en la calle. Recuerda este consejo: “No solo debes cuidarte de hacer lo malo, debes también cuidarte de no dar la apariencia de estar haciéndolo”. Sea confiable.
Las amistades. Por mi temperamento me encanta hacer amigos, pasar tiempo con ellos y disfrutar de su compañía. Pero las amistades fuera de control se pueden convertir en un verdadero problema para las parejas. Esto sucede cuando los amigos llegan a quitar el tiempo que la familia debe invertir en ellos. Es bueno compartir y salir en grupo, pero, eso no puede sustituir el tiempo de compartir como familia. Si esto no se controla terminará minando la intimidad de la pareja. Establezca prioridades, su familia es primero y ella debe tener lo mejor de su tiempo. Para evitar este problema, planifique con su pareja el tiempo con la familia y el que van a dedicar a los amigos.
Otro aspecto, son los amigos que se transforman en consejeros o consultores de alguno de los cónyuges. Hay que estar claro, o tengo un amigo o me busco un consejero de familia. Esto no quiere decir que los amigos no pueden dar un consejo. Me refiero a los amigos que por razones de empatía tienden a parcializarse y a opinar sobre los asuntos de la pareja sin tener un diagnostico completo de lo que esta sucediendo, cometiendo el error de opinar y aconsejar tomando en cuenta un solo lado de la historia. He conocido parejas que hoy ya no lo son por la razón antes expuesta.
Uno de los peligros mas comunes entre las parejas amigas, es la infidelidad. Para evitar esta situación hay que tomar medidas importantes. Primero, no compartir mis problemas de pareja con la esposa de mi amigo, o viceversa, esto puede crear una identificación que traspase los límites. Segundo, el trato con mis amigos y amigas será en términos respetuosos, sin tomarme confianzas que no me convienen, evitando tocar o sobrepasarme con las palabras. Tercero, decida ser amigo en todo momento y tenga claro su papel, de esa manera evitará cualquier otro peligro.
Mis queridas parejas, al conocer estos dos peligros, toma medidas para evitar que dañen tu relación. habla de este tema con tu cónyuge y colóquenlo en la justa perspectiva que debe tener en su matrimonio, de esa forma se asegurarán el éxito de la relación. Recuerden, No se rindan.
Pastor, Eliezer Pérez.
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