Mis abuelos paternos llegaron a cumplir sesenta y cinco (65) años de casados. Cuando se les preguntaba, cuál era el secreto para vivir enamorados tantos años, ellos respondían: “pedir perdón y aprender a perdonar”. En estos treinta cuatro (34) años de vida matrimonial, he comprobado que ésta, es una verdad fundamental para cualquier pareja.
La mejor herramienta para manejar los conflictos que enfrentamos en el matrimonio, es el perdón. No hay duda de que debe ser parte de un matrimonio para que pueda permanecer saludable y próspero. Los mayores problemas en la pareja son de índole cotidiano. Detalles que se nos escapan, o actitudes que ofenden; Costumbres o modales que nos irritan a tal punto, que van haciendo estragos en la relación.
Ed Young, en su libro, “Los diez mandamientos del matrimonio”, dice: “..Un matrimonio no es tanto una unión de dos personas que se aman, como lo es de dos personas que perdonan…”. Un buen matrimonio está compuesto por dos personas que se perdonan, todos los días. Por esta razón, hay que buscar e identificar aquellas pequeñas cosas que intentan fracturar la relación y, ponerlas sobre el tapete del perdón. Hay que hablar sobre ellas para no permitir que tomen dimensiones peligrosas.
La manera de practicar el perdón es reconociendo las cosas que te ofenden. No ocultes tus sentimientos justificando la conducta de tu cónyuge. Reconoce aquello que te molesta, convérsalo y perdónalo. No le des rienda suelta a tus pensamientos, para acariciar lo que te hicieron. Cuando perdones, hazlo de manera clara y no divagues. Por último, enfócate en lo positivo de tu relación.
Es importante perdonar porque cuando perdonas eres liberado de la amargura y el rencor. El perdón, trae sanidad emocional y también física. Cura las heridas del pasado y trae armonía en la pareja. También, nos ayuda a crecer como persona, haciendo que la relación funcione de forma sana y equilibrada.
Por último, cuando usted perdona, esta ganando el derecho de recibir perdón. “Todo lo que se siembra se recoge”. Si es amplio para perdonar, usted será perdonado cuando falle. Recuerde que todos somos seres imperfectos y nos equivocamos. No deje que las pequeñas cosas minen su matrimonio, eche mano del perdón y verá la diferencia.
Recuerde, No se rinda.
Pastor, Eliezer Pérez.