Las grandes empresas del mundo invierten una buena suma de dinero anualmente en personas que se conocen como “Motivadores”. El trabajo de estos consiste en levantar el ánimo a las personas para que se enfoquen o sigan enfocados en sus sueños, y metas. También las ayudan a superar sus propios obstáculos, deficiencias y defectos de carácter, a fin de que sean mejores en sus empresas, familias y consigo mismos. Una característica de estas personas es que siempre buscan lo positivo en los demás, y están enfocados en hacerles ver que ellos, “sí pueden”.
En estos días reflexionaba: ¿Qué pasaría si las parejas se convirtieran en motivadores de su cónyuge? ¿Qué diferencia haría en muchos de nosotros, que la persona que más amamos siempre tuviera una palabra de ánimo, reconocimiento y sobre todo de motivación?
Lamentablemente, cuando nos casamos, olvidamos que lo estamos haciendo con un ser humano. Ese ser humano posee algunas condiciones favorables y otras que no lo son. La tendencia en nosotros es solo ver, destacar y exagerar aquellas que no nos favorecen, trayendo consigo malestar, incomodidad y pleitos en la pareja.
Hay personas que sienten que viven con un inspector de conductas y por eso viven temerosos de no estar a la altura de las expectativas de su pareja. Esta persona no dudaría en decir que la mayor parte de los días percibe o escucha una constante desaprobación, más que la aceptación y la motivación. Recuerde, las personas no responden al cambio o al mejoramiento por medio de la crítica.
El gran apóstol Pablo dice: “Por lo tanto, anímense y edifíquense unos a otros” 1 Tesalonicenses 5:11.
En lugar de colocar a tu cónyuge en una actitud de rebelión por tus comentarios, descalificaciones y críticas constantes, esfuérzate por ser un motivador y edificador de tu cónyuge.
Lo que debes hacer es enfocarte en las fortalezas de tu pareja y hacérselo ver en todo momento. No desperdicies las oportunidades de manifestar tus halagos por las cosas que hace bien y en donde se destaca.
tu pareja no solo hace cosas que consideras erróneas o que te molestan; también hace cosas que te gustan, que son acertadas, inteligentes, creativas, divertidas, lógicas o útiles. Si te propones observar todas esas cosas descubrirás que tu pareja tiene muchos más aciertos que errores. Y si además la felicitas por esos aciertos, se van a sentir ambos, mucho más felices con la relación y más unidos. Además, al observar de este modo a tu pareja tal vez descubras que tiene muchas más cosas que te gustan de las que creías.
Personalmente te animo a que tomes una hoja de papel en blanco y la dividas con una raya por el centro. En el lado izquierdo escribe lo que no te gusta de tu pareja y en lado derecho lo que amas y te gusta. Piensa con detenimiento en cada una de ellas y decide tomar las positivas, las del lado derecho, y tenerlas presentes para que sean tu punto de apoyo para motivar y alentar a tu pareja cada dia.
Con respecto a las que colocaste al lado izquierdo, las que no te gustan, toma cada una de ellas y decide aceptarlas como parte de la naturaleza humana de tu cónyuge. Si te enfocas en las fortalezas terminarás ayudándole a mejorar sus debilidades.
Mis apreciados amigos y amigas, recuerden, el matrimonio existe para enriquecerte, pero para que se enriquezcan ambos, tienes que comenzar a enriquecer al otro primero. Comienza hoy mismo a ser un motivador de tu esposa, esposo y decide cambiar la crítica por el reconocimiento. Te prometo que si así lo haces las cosas cambiarán. No te rindas.
Pastor Eliezer Pérez.