Gary Smalley, en su libro “Para que el amor no se apague” habla de los cinco signos vitales de una familia saludable. En el artículo “Elementos Saludable De Un Hogar” traté dos de estos signos. Ahora quiero hacerles un resumen de los otros tres signos vitales, que deben ayudarle a evaluar y mejorar su matrimonio.
Gary Smalley, plantea que un signo vital de un matrimonio saludable es cuando “todos son alentados a hablar sabiendo que sus palabras serán apreciadas”.
Tenemos, no tan solo la libertad de pensar, sino también el de alentar a los demás a hablar y exponer sus pensamientos. Cuando cualquiera de la familia habla, debe ser escuchado con tal atención que demuestre que lo que esta tratando de decir es muy apreciado, aún si están en desacuerdo.
Es importante destacar que la libertad nos hace responsables de como decimos las cosas. Esto debe ser hecho con respeto, honrando a quienes nos escuchan, aún cuando nuestras opiniones puedan ser contrarias.
En algunos hogares las esposas e hijos están destinados solo a ser vistos pero no oídos. Cuando hablan son interrumpidos, ciertos temas son tabúes y tocados con mucho temor. Esto produce resentimientos ocultos y destructivos. Cada vez que escuche a su cónyuge e hijos, coloque una mano sobre su hombro o pase el brazo alrededor de ellos, así les estará diciendo que los ama, que son importantes y que lo que están diciendo vale la pena. Aliente a su familia a hablar sin temor ya que usted está dispuesto a escuchar.
Otro signo vital es que “todos disfrutan de un sentido de seguridad y valor al compartir sus sentimientos”. Esto demuestra que usted tiene la libertad de compartir sus sentimientos, sabiendo que serán respetados. En una oportunidad mi esposa me compartía una circunstancia por la que estaba atravesando con el grupo que estaba trabajando, antes que terminara, le interrumpí y comencé a darle mi opinión de lo que debía hacer, enojada me dijo: Guárdate tu sermón para la iglesia, solo deseo que me escuches y me comprendas.
Los hombres tenemos la tendencia a restarle importancia a los sentimientos de nuestras esposas e hijos y eso nos acarrea muchos problemas. Las mujeres, sobre todo, lo que más desean es que seamos amables y gentiles con ellas. Que entendamos sus sentimientos y las escuchemos.
¿Se siente confiado de expresar sus sentimientos a su esposas? ¿Cuán seguro se siente ella de usted? ¿Qué seguridad experimentan sus hijos al compartir sus sentimientos? Un matrimonio que goza de salud, es aquel donde hay libertad de compartir los sentimientos.
Respetar los límites individuales de todos, es el otro signo de un matrimonio saludable. Esto es determinante para la salud de cada persona y de las buenas relaciones. Muy comúnmente hay la tendencia a irrespetar los deseos u opiniones de la otra persona, sobre todo si es contrario a nuestro pensamiento. Cuando alguien entra a nuestra casa sin haberle invitado, está violando nuestro derecho y privacidad. De la misma manera cuando forzamos a nuestro cónyuge e hijos a aceptar nuestros deseos, imposiciones o pensamientos estamos violando sus derechos. Cuantas veces hemos generado conflictos familiares por no saber respetar los límites del otro. Un matrimonio sano, tiene una gran dosis de respeto por el otro y por sus límites.
Es importante que evalúes tu relación a la luz de estos signos, y decidas crecer y mejorar en tu relación. Toma estos signos como metas a lograr y establecerás una familia más saludable y feliz. . Recuerda, No te rindas.
Pastor, Eliezer Pérez.
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