No es un secreto para nadie que una relación se construye y fortalece a medida que la cultivamos. Igual que el agricultor prepara la tierra para obtener una excelente cosecha, de la misma manera los buenos amantes se enfocan en aquello que pueda traer consolidadción a su relación, y sobre todo, un mayor acercamiento entre ellos.
Hoy se experimenta una vida sumamente ocupada, lo cual va minando los momentos que la pareja necesita para su fortalecimiento. Hay una gran necesidad de mejorar la comunicacción, entender y aceptar al otro, y sobre todo disfrutar del amor que se prodigan. Lamentablemente muchos matrimonios se están secando por no saber cómo abordar los desafíos dela vida contemporánea.
Para vencer esa sequía se necesita tomar las riendas de la relación. No permita que las ocupaciones, los compromisos, los amigos y otros elementos externos, terminen fracturando ese deseo y anhelo de llegar a ser feliz con su pareja.
Para evitar que su matrimonio caiga en esa sequia, le propóngo que cultive cuatro aspectos muy sencillos, pero poderosos para avivar su relación.
El primero de ellos es la amistad. ¿Recuerdas cuando eran novios? En ese tiempo salían al cine, hablaban de sus sueños, se ayudaban mutuamente, las llamadas eran constantes para compartir las penas y las alegrías, y muchas otras cosas más que les hacían sentir que eran amigos que compartían su amor. Este es un aspecto que necesita recuperar en su relación, ser amigos. Para que esto, mantenga la comunicación a todo vapor; hablen de cualquier tema, salgan al cine, búrlense el uno del otro, ríance de la vida, compartan un deporte, tengan amigos y aprendan disfrutar de la compañía del otro. Cultiva lo más que puedas la amistad de tu cónyuge. He comprobado con el tiempo que la amistad de la pareja es lo mejor que le puede suceder.
También necesita Cultivar el respeto. El respeto es un sentimiento positivo. Este sentimiento se expresa por medio de la veneración, el aprecio sincero y el reconocimiento. Cuando una pareja se respeta se dan atención y se valoran. Este sentimiento hace que exista armonía en la familia y en el matrimonio. Lo más importante es que para ser respetado es necesario saber respetar, comprender y valorar los intereses y necesidades del otro. Nada puede perturbar la relación cuando este sentimiento se cultiva y fortalece. Cultívalo a travez de la observación, la comprensión y la aceptación. También el valorar y reconocer sus fortalezas, hace que la relación sea más sana y nutritiva.
Cultiva las escapadas, el tiempo juntos. Es verdad que hoy se vive con muchos compromisos y ocupaciones, sin embargo la prioridad sigue siendo tu matrimonio, tu familia. Cuando aceptamos esta verdad, entonces de forma deliberada buscaremos ese momento para estar justos y a solas. Mi madre decía: “El tiempo ese hace”. Así que toma tu agenda y establece el día, la hora, y el lugar donde deseas pasar momentos de acercamiento con tu cónyuge. Aprende a darte escapadas. Aprovecha esos raticos, que aunque son cortos, son de mucho provecho. Me refiero a tomarse un café, comer una merienda, dar una caminata de media hora, o simplemente sentarse a escuchar música tomados de la mano. Lo bueno de esto es que lo puedes hacer todas las veces que tengas pequeños espacios de tiempo. Por último, se creativo e innovador, eso le dará mayor emoción a tus escapadas.
Cuando se cultivan estos aspectos en la relación, se llega a experimentar una mayor intimidad emocional, haciendo que la convivencia se haga más llevadera y agradable.
Pastor, Eliezer Pérez