En el artículo anterior escribí sobre la necesidad de escuchar con atención a tu cónyuge. En esta oportunidad, continuando con el tema de la comunicación, me quiero referir a aquellos malos hábitos que impiden que la comunicación fluya entre la pareja.
Mucha de nuestra manera de comunicarnos viene marcada por la influencia de nuestros padres. Dependiendo de cómo haya sido la comunicación entre ellos, así será la nuestra. Algunos traen hábitos que terminan siendo negativos y repulsivos a la hora de escuchar. Quiero enumerarte algunos con el propósito de hacerte consiente de ellos, y a la vez, te dispongas a desalojarlos de tu manera de comunicarte.
1. Estar a la defensiva. La actitud defensiva se construye sobre el miedo a ser herido por los demás. Esto es un síntoma de haber sido lastimado muchas veces en la niñez, por lo tanto, no se quiere experimentar de nuevo. Estar a la defensiva nos pone tensos, evitando que escuchemos sin prejuicios y temores a nuestra pareja. Deja de defenderte, simplemente escucha, analiza, pregunta y no lo tomes de manera personal; de esa forma le permitirás a la otra persona hablar y sentirse oído/a.
2. Interrumpir al que habla. Esta es una de las maneras más comunes de romper la buena comunicación. Escuchar implica dejar hablar a la otra persona sin interrumpirla. Escucha todo antes de responder. Decide prestar atención al más mínimo detalle de la conversación. Aprende a ser paciente con la otra persona, aún cuando lo que dice, no te parezca justo. Haciendo esto le permitirás a tu cónyuge vaciarse completamente de su pensamiento, dándote luego la oportunidad de hablar y responder a toda sus inquietudes.
3. Contradecir lo que tu pareja dice. Este hábito es muy común en la comunicación. Algunos lo usan como una forma de escape. Otros como una manera de salirse con la suya o pretender siempre tener la razón. Lo que estas personas no saben es que con ese comportamiento están socavando las bases de la relación. Para romper con ese mal hábito, escucha a tu pareja y trata de entender su punto de vista. Si te empeñas en contradecirle o exigir que adopte tu posición, sólo conseguiréis alejarla, mientras que si muestras un interés sincero y respeto por su punto de vista, tendrás más posibilidades de que te escuche a ti y de que sus posturas se acerquen en vez de alejarse.
4. Insensible con lo que se escucha. Ser insensible describe a una persona que es incapaz de identificarse con los sentimientos de otra y termina siendo indiferente con ella. – “Mi amor, me siento muy triste por lo que sucedió con el niño, –contesta él- eso es una tontería, no tienes porque preocuparte” La insensibilidad termina llevándote a la indiferencia; a no importarte lo que piense, y mucho menos lo que siente tu cónyuge. Se manifiesta cuando en medio de una conversación miramos al techo, caminamos de un lado para otro, interrumpimos para decir cualquier cosa y manifestamos un claro aburrimiento con nuestros gestos. Tenemos que aprender a ser empáticos con nuestro cónyuge, y no tan solo escuchar lo que dice, sino también, lo que siente. Por esa razón, escucha sin tener un sermón como respuesta; escucha con tu corazón y responde con tus sentimientos, de esa forma te asegurarás que tu pareja sentirá tu sensibilidad emocional.
¿Son parte de ti, alguno de estos malos hábitos, ? Te animo a hoy mismo, decidas cambiar estos hábitos en tu vida, y comenzar a comunicarte de una manera sana y constructiva con tu pareja. Recuerda, no te rindas.
Pastor, Eliezer Pérez.