Algunos se casan con el firme compromiso de edificar una familia, indistintamente de los obstáculos que se tengan que enfrentar. Hay otros que cuando llegan los momentos difíciles, donde hay que asumir responsabilidades y compromisos, simplemente se retiran dándole lugar al divorcio. Pero, cuales son algunas causas de divorcio entre las parejas. Las más comunes son:
- El egoísmo. La sociedad de hoy estimula, algunas veces sin pretenderlo, el egoísmo. Hay un llamado más a pensar en si mismo que en los demás. No se habla de: “podemos lograrlo juntos en equipo”, sino que hay un culto al individualismo; que acentúa al egoísmo, que está en el ser humano. Esto lo traemos al matrimonio, donde pretendemos seguir viviendo en nuestro propio mundo sin permitir que el otro sea parte de él. El autor del artículo “10 Motivos por los que se llega al divorcio” del Blog, Escuela para padres, dice: “Nuestro egoísmo e individualismo, no nos permitió entregarnos completamente. Seguíamos estando separados mentalmente. Estábamos unidos en algunas cosas físicas, pero no en las mentales y espirituales. Cada uno vivíamos nuestra vida, a nuestro aire.
- Casarse con la persona equivocada. Esto sucede cuando asumes que tu decisión fue apresurada y no maduraste la idea de lo que implica casarse. Es posible que fue más una admiración por el encanto del otro: su apariencia, su manera de hablar, su educación, la forma en que te trató, por los gustos similares, etc. estos elementos u otras te llevaron a pensar que era para ti, y por eso te casaste. Si este es tu caso, te animo a que no salgas corriendo. El equivocarse no significa que te casaste mal, sino que necesitas trabajar más y mejor en la relación. Busca conocer a tu pareja de manera más profunda. Acéptalo como es y no trates de cambiarle; desarrolla el arte de la comunicación asertiva y date tiempo antes de pensar en el divorcio.
- Por evitar el dolor de crecer. Soy un admirador de las rosas sin importar sus colores o matices, sin embargo debo manejarlas con cuidado, debido a las espinas que se encuentran en su tallo. El matrimonio tiene espinas y hay que aprender a manejarlo para que estas no te hieran y te separen. Crecer es doloroso y eso se aplica aquí. Los problemas y las diferencias van a llegar; los desacuerdos van a ser parte de la relación, algunas veces difíciles. Lo que debes hacer es enfrentarlos; aprender de ellos, buscar cual es el problema en sí y discutirlos hasta encontrar la solución mejor para ambos. Estos momentos son los que te ayudan a pensar en la otra persona y no tanto en ti, eso es madurar, y eso duele. Te animo a que pienses más en crecer que en el divorcio.
- La violencia física y emocional. Esta es una de las causas más tristes y dolorosas, debido al componente emocional que lleva. La violencia en el hogar se puede dar por diferentes factores: los celos infundidos, el mal manejo de la ira, el alcohol, la droga, mal carácter, descalificación, el dinero, etc. Estos son algunos de los detonantes que llevan al divorcio. Este maltrato puede ser físico como emocional, normalmente ocurre simultáneamente, destruyendo el autoestima, no solo del cónyuge sino también de los hijos. Si usted se encuentra en esta situación mi consejo es que busque ayuda profesional inmediatamente, si no lo hace, su vida y la de los suyos corren peligro. No permita por ningún motivo ningún tipo de maltrato.
- Otra causa de divorcio es la infidelidad. Este aspecto es lamentablemente muy común entre las parejas. Son muchos los matrimonios que sufren y se separan por la infidelidad de alguno de los cónyuges. Muchas veces este hecho es el resultado del modelaje que se ha visto en el hogar de crianza, haciendo pensar que es algo normal. También, hay madres que preparan a sus hijas para que sean tolerantes con tal situación: “no pienses que tu esposo te será fiel toda la vida, debes estar preparada para saberlo soportar”, creando así un cultivo para que se dé la infidelidad. Esta situación debe ser enfrentada con amor, pero también con firmeza. Busque la ayuda necesaria para superar este escoyo, si es su caso.
El divorcio, en algunos casos es necesario por el resguardo de la integridad física. Pero realmente no es una solución, porque con él se cargan muchos otros males. Hablaré luego de esto.
Feliz semana y que Dios los bendiga.
Pastor, Eliezer Pérez.
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