El adolescente de hoy se ve sometido a presiones que provienen de diferentes ángulos de su entorno. Es precisamente en esta etapa en donde los padres deben entender que gran parte de la identidad de su hijo se verá reforzada o fragmentada, dependiendo de cómo sea su experiencia, durante la adolescencia. A continuación le comento algunos puntos importantes que debe considerar para así contribuir positivamente en el desarrollo personal de su hijo:
El hogar como red de seguridad: los valores y principios que usted sembró en su hijo tendrán una gran influencia en la manera en cómo el enfrentara las adversidades de esta etapa de su vida. Pensemos en estos valores como una caja de herramientas de donde su hijo podrá sacar el instrumento que le ayudará a resolver los problemas que enfrentará día a día. Por ende, es esencial que, en el hogar, durante la adolescencia, se sigan remarcando y modelando los valores y principios sembrados durante la niñez. Tome en cuenta que el adolescente va a asimilarlos, entenderlos, y aplicarlos mejor si ve como usted vive de acuerdo a estos mismos principios. Cuando se refuerza esta red de valores y principios en el hogar, el adolescente tiene mayor seguridad en sí mismo, tiene una identidad familiar que lo lleva a enfrentar con más firmeza la sociedad en la que se encuentra.
La Cultura y su Influencia: la cultura y la sociedad en la que su hijo se desenvuelve, trae su propio kit de herramientas para afrontar los dilemas de la vida. Su hijo va a recibir una pequeña inducción en ello bien sea en su colegio, con sus amistades, a través de la televisión, etc. Todos y cada uno de estos trataran de llevar a su hijo a fundamentar su identidad en lo que hacen, lo que visten, lo que dicen, lo que compran, y en cómo se comportan, entre otras cosas. Para ayudar a su adolescente en este aspecto, procure rodear a su hijo de adultos, jóvenes y adolescentes que compartan los mismos valores que usted. Trate de involucrarle en áreas que son de su interés, pero canalizados de manera positiva. Con esto, su hijo se sentirá apoyado por usted pero también irá encontrando aquello en lo que es bueno por lo que su identidad y seguridad propia se verá reforzada.
La Autoimagen: este elemento resulta muy frágil durante esta etapa, y al igual que en el punto 1, lo que le fue enseñado y modelado durante la niñez tendrá una gran influencia en cómo el adolescente se percibe a sí mismo. La sociedad va a mostrarles ciertos estándares de belleza y éxito, y su hijo probablemente tratará de reforzar su autoimagen imitando muchos de los estándares de esta sociedad. Es por ello que debe procurar ser cuidadoso en los adjetivos utilizados para dirigirse a su hijo. Evite calificativos como “gordito” “flaquito”; evite diminutivos en su nombre como “Carlita” “Samuelito”, así como también evite oraciones en los que se remarque enfáticamente una de las cualidades negativas de su hijo “Tu eres un mentiroso” “siempre has sido miedoso” “Eres un rebelde sin causa”. En contraste utilice calificativos y oraciones que destaquen (de manera realista) las cualidades positivas de su hijo. Esto fortalecerá su autoimagen e inconscientemente le confirmará los aspectos positivos de su identidad aún en construcción.
Contribuir en el desarrollo y formación de la identidad de su hijo adolescente debe ser una prioridad para usted como padre. Decida no tomar de manera personal, muchos de los comentarios y actitudes de su hijo, recuerde que dentro de él mismo hay distintas luchas tomando lugar y con ellas en ocasiones aumenta la crisis e incomprensión de sí mismo. Dele su tiempo y dese su tiempo para aprender cómo lidiar con su hijo en esta etapa tan importante de su vida. Estoy segura, que cuando este llegue a la adultez se lo agradecerá.
Psicóloga Anaely Pérez