El amor en el matrimonio juega un papel sumamente importante. Este puede ser uno de los aspectos que ayude a la comprensión, el respeto y la admiración del uno por el otro. Sin embargo, cuando iniciamos la convivencia conyugal casi siempre el amor se encuentra en una etapa de inmadurez, o como lo llamaría Ed Young: “un amor adolecente”. Sin embargo la meta es crecer y madurar en nuestra forma de amar y de manifestar ese amor a nuestro cónyuge.
Cuando hablo de ese amor inmaduro o adolecente hay que destacar los siguientes aspectos.
- Es un amor que está centrado más en recibir que en dar. Igual que un niño o un adolecente, que piensa solo en él, así es el amor inmaduro. Piensa solo en recibir atención, regalos, admiración, complacencia y ayuda en todo lo que necesite. El cónyuge que se centra solo en recibir, termina siendo aborrecido por su pareja.
- El amor inmaduro es egoísta, egocéntrico. Una persona egocéntrica es alguien que se considera el centro de todos los intereses, el centro de atención, el centro de todo o el centro del mundo. Cree que sus opiniones e intereses son más importantes que las de los demás. El cónyuge egocéntrico tiene una ambición desmedida y expectativas muy altas, que lo llevan a usar a su pareja para su beneficio. Esto le lleva a ser manipulador, demostrando poco o nada interés en lo que el otro piensa o siente.
- El amor inmaduro se manifiesta en arrebatos de ira. Igual que un niño, que cuando no se complace se tira al piso y forma un berrinche, de la misma manera es el cónyuge inmaduro cuando no consigue lo que quiere. Al no salirse con la suya, al no poder centrar la atención solo en él, este se expresa agresivamente y muchas veces con violencia. Este es uno de los síntomas más comunes de este tipo de amor.
- El amor inmaduro provee para si mismo. Este cónyuge solo piensa en satisfacerse a si mismo. Se preocupa más por sus necesidades, sus sueños, sus metas, sus cosas, lo que le gusta y lo que desea tener, que en el bienestar común de todos los miembros de la familia. Se caracteriza por ser mezquino; de esa forma lo que no le da a los demás lo invierte en si mismo. Normalmente es quien dispone de lo mejor, mientras que su esposa e hijos, carecen de lo necesario.
¿Es usted o su pareja un amante inmaduro? ¿Hay algunos de estos aspectos en su relación? ¿Calificaría usted su amor y el amor de su cónyuge como inmaduro?
La solución para cambiar esta situación es madurar como individuo. Ese amor necesita convertirse en un amor maduro. Lo primero que debes hacer es reconocer tu inmadurez y proponerte salir del estado infantil en el que haz vivido. Si es necesario, buscar ayuda para superar aquellas conductas en las que no tienes fuerza para vencerlas. ¡Comienza ya!
“El amor inmaduro dice Te amo, porque te necesito y el amor maduro dice Te necesito porque te amo” Anónimo
Pastor, Eliezer Pérez
Artículos Relacionados:
Como lo prometí, aquí está la segunda parte del artículo “12 Errores En La Discusión De Pareja”, que...
La infidelidad es una de las causas que más destruye la familia. Esta puede ser activa o pasiva. Act...
Tantas situaciones placenteras de la vida corriente nos generan una mezcla de alegría y tristeza. Un...