Indistintamente de los cambios que la familia esté sufriendo, y de las nuevas tendencias que hay sobre el cuidado del hogar, como la distribución de las tareas y el liderazgo compartido, de lo cual hablaremos en otra oportunidad, el hombre, así como la mujer, sigue jugando un papel importante en el cuidado y desarrollo de la familia.
Creo firmemente que el rol del hombre no está en juego, lo que está es evolucionando y readaptándose. Lo cual demanda un nuevo entendimiento y ajuste de su tarea como esposo y padre.
Debido a que el papel de la mujer en el hogar también ha sufrido un reajuste en las últimas décadas, el hombre se ha visto incómodo con respecto a lo que se esperaba de él, con respecto al modelo tradicional (el hombre es proveedor y la mujer educa a los hijos). Esto ha traído dos reacciones: 1.) El hombre ha descargado toda su responsabilidad en los hombros de la mujer y, 2.) mantener el antiguo esquema, trayendo tensión en la relación, y en algunos casos el divorcio.
Cuales son algunos roles, propios del hombre, que necesitan ser reajustados y fortalecidos.
- Ser amante. Una de las mayores quejas que manifiestan las mujeres de sus esposos, es la poca capacidad de estos para hacerlas sentir amadas. El amor que se profesa debe mostrarse con hechos. Este amor se demuestra con respeto hacia el otro. Respeto por las diferencias y por la manera de ser del otro. El hombre está llamado a amar a la mujer, siendo amable, cariñoso, cortes, preocupado por lo que a ella le interesa y sobre todo compartiendo las tareas del hogar, las cuales en mucho de los casos están sobre los hombros de la mujer. Amar es más que palabras, es involucrarse con ella en todo lo que implica la vida de casado; no es dar una parte, es entregarlo todo.
- Protector. Aunque las mujeres encuentren las mismas oportunidades que el hombre y se les haga justicia para evitar la desigualdad entre los géneros, hay que destacar que ella, por naturaleza es diferente. Por esa razón el hombre está llamado a brindar protección a los suyos. La naturaleza de la mujer le brinda al hombre una gran oportunidad de cuidarla y protegerla de toda circunstancia. Esta ha sido creada para ser protegida, y cuando encuentra quien ejerza ese papel, se siente amada respetada y valorada.
La protección debe manifestarse tanto en el área física, en la psicológica y en la espiritual. En cada una de ellas el hombre debe levantarse como un gigante para defender y apoyar a su esposa.
- La paternidad. No es verdad que solo las madres son las que deben educar a los hijos. Los hombres están llamados a ejercer la paternidad de manera intensa y a tiempo completo. La paternidad se trata de la relación que tenga con sus hijos y su familia. Lo importante es construir relaciones contenedoras, que brinden seguridad y sean recíprocas. Que los hijos encuentren en su padre aquello que en su madre no está, debido a que cada uno tiene una diferencia que aportar, permitiendo así una formación total y equilibrada. Una de los aspectos más importantes en la paternidad es que el niño perciba la presencia e involucramiento del padre en su formación, que éste no es u adorno que aparece por la noche, sino uno que aporta y está cerca de él.
Estos tres aspectos del papel del hombre en el hogar, siempre estarán vigente y aunque los tiempos cambien y los roles se reajusten, estos no dejarán de existir, al contario se fortalecen para que la familia funcione de manera adecuada.
Pastor Eliezer Pérez