Muchos padres sienten una enorme frustración al notar en sus hijos la tendencia a usar la mentira como una forma de esconder sus errores, y evitar el castigo por los hechos cometidos.
Cuando descubrimos dicho proceder, la desconfianza toma lugar y empezamos a dudar de lo que el hijo nos dice y hace. La mentira nos impide creer en él y vulnera la relación de confianza, dejando en los padres un sentimiento de traición y enojo.
Deteniéndonos por un momento en lo que es la mentira, podríamos decir que ésta es en realidad un engaño. Hay practicas familiares, que de manera inocente, promueven y enseñan la mentira a nuestros hijos. Detengámonos a considerar algunas de ellas: Es frecuente en el seno familiar, hacer juegos para divertirnos, en donde la exageración o la mentira, forman parte del mismo. Sin embargo no nos hemos percatado, que al mismo tiempo que nos divertimos, le estamos enseñando a nuestros hijos a mentir. En una ocasión, prepare un plato de comida llamada “lengua en salsa”. Cuando mi niña pequeña llegó de la escuela me pregunto: Mami, ¿qué vamos a comer hoy? Yo le respondí: “lengua”. – ¿La lengua de quién? me preguntó – La lengua de tu papá. Ella, muy sorprendida, fue donde estaba su padre y le pidió que sacara su lengua, para luego venir a decirme: “¡mentira! Mi papi todavía tiene su lengua“. Para mí fue un momento divertido, pero para ella fue una mentira dicha por su madre, quien siempre debería decir la verdad.
Igualmente de manera cotidiana, usamos las medias verdades o juegos de palabras, que se dicen a fin de evadir la responsabilidad sobre alguna acción. “Yo le dije que llegué tarde, no porque me había quedado dormida, sino porque me detuvo un policía de transito.
Las mentiras llamadas blancas o “inocentes“, son aceptadas hasta por las personas mas honorables, ya que no perjudican supuestamente a nadie, y en ocasiones evitan malos momentos. Aunque esto es tomado como una forma de aliviar el dolor a otro, no es mas que una mentira o engaño que en el tiempo producirá mayor dolor que el que tratamos de evitar.
Algunas razones de por qué mienten los niños.
Los niños mienten, generalmente, para evitar el castigo de sus acciones. Pero al repetir esta conducta muy frecuentemente se les va haciendo más fácil mentir que decir la verdad. Esta conducto en el niño demuestra su debilidad de carácter para enfrentar con la verdad sus errores; acostumbrándose a mentir cada vez más. En realidad, lo que ahora es algo fácil para él, con el tiempo complicará su vida y le traerá consecuencias mayores.
También un niño miente para aparentar ser alguien que no es y tomar ventaja ante el desprecio de otros. Es algo “socialmente aceptable”, ya que hoy le damos mucho valor a las apariencias.
Otra causal para mentir, es ocultar su verdadera identidad. Miente con respecto a donde vive, quienes son sus padres, cuál es su posición social, etc. etc. El niño hace esto para evitar el rechazo y lograr la aceptación.
Igualmente, miente para captar la atención de sus padres o de otros, y lo hace de diversas maneras, donde la mentira juega un papel preponderante.
Siendo honestos, resulta frustrante y altamente doloroso descubrir esta faceta en nuestros hijos. Nuestra primera reacción es enojarnos, gritarles o regañarles con fuertes palabras y castigo. Pero aunque esto sea así, es recomendable que calmadamente piense en las causas y en las acciones que debe tomar para lograr desarrollar en su hijo la honestidad como un valor en su vida. En el articulo siguiente desarrollare algunas técnicas que le ayudaran en dicha empresa.
Educadora, Ana M Vargas.