No es un secreto para nadie que las parejas enfrentan desacuerdos y momentos de tención por sus diferencias. Esto siempre ha sido así y lo seguirá siendo, pero el punto es saber cómo enfrentar esas diferencias. Aquí te comparto cinco aspectos que debes evitar, al enfrentar tus desacuerdos.
1. No grite, no arme un escándalo. Proponte no levantar la voz cuando discutas con tu cónyuge. Si vienes de una familia que acostumbraba hacer esto, decide cambiar ese patrón. Por tanto, toma control sobre tus emociones y aprende a discutir sin gritar a la otra persona. Esto te dará más autoridad y respeto ante tu pareja.
2. No golpee cosas. Por algún tiempo, cuando me molestaba y perdía el control, golpeaba lo primero que encontraba. Lo hacía para no descargar mi ira sobre mi esposa. Esta conducta me avergonzaba ante mis hijas, haciéndome sentir muy mal. Harriel Lerner, en su libro, The Dance of Anger dice: “enfadarse señala que existe un problema, pero darle rienda suelta a tu furia no lo soluciona” Recuerda, esta reacción u otras parecidas a esta no solucionan el problema, por el contrario, lo agravan.
3. No descalifique a su cónyuge. Esta es una de las maneras más bajas de herir. Cuando somos presa de la ira, buscamos descalificar al otro. Esto lo hacemos desacreditándole, haciéndole sentir miserable, dejándole saber que no es lo que esperaba, quitándole méritos, y sobre todo, diciéndole que es un incapaz. Nunca, pero nunca, utilice esta arma contra sus seres queridos, y mucho menos contra su cónyuge e hijos. Usted puede evitar esta conducta, enfocándose en el problema y no en la persona.
4. No abandone el lugar de la discusión. Hay personas que acostumbran a no enfrentar los problemas, y la opción que usan es huir. También esto sucede cuando la conversación se torna difícil, y por no tener los argumentos necesarios, deciden marcharse y evitar la confrontación. Cuando huyes, generas un malestar mayor y el problema queda en el limbo, sin solución alguna, haciendo que este se prolongue. Decide terminar la discusión y no huyas hasta que esta se haya terminado, o por lo menos se haya llegado a un tipo de acuerdo.
5. No discuta delante de los niños. Si algo deben cuidar las parejas es la salud emocional de sus hijos. Una manera de hacerlo, es evitando que estos vean y escuchen nuestros desacuerdos, fuera de control. Los pequeños son esponjas que están adsorbiendo lo que ven y lo que escuchan, por lo tanto, necesitan ser ajenos a nuestros desacuerdos. Te animo a que practiques los primeros cuatro “NO”, de esa manera estarás creando un ambiente seguro y de paz para tus hijos.
Mi apreciado amigo, estos consejos te harán un mejor cónyuge, y sobre todo, te darán el control que necesitas tener para enfrentar los momentos difíciles en la relación. No dejes de pensar en ellos y ponerlos en practica. Recuerda, la familia es lo más importante y tu eres parte de ella.
Pastor, Eliezer Pérez.