El hombre desde su más temprana edad, reta siempre toda autoridad para comprobar hasta dónde puede llegar.
Todo niño que se precie, siempre intentará poner a prueba la resistencia de sus padres ante sus demandas y desafíos. Eso, afortunadamente no le sucede solamente a usted!!! Todos los padres, por más adorables que sean sus pequeños, reciben su dosis diaria de desafío de autoridad; la diferencia está en la manera en que el niño recibe o no una respuesta adecuada.
Cuando el niño desafía su autoridad, negándose a obedecer alguno de sus mandatos, y haciéndole una pataleta de pronóstico ante una multitud, simplemente está probando cuán firme es usted y cuán digno es de su respeto.
Apaciguarse en ese momento y dejar pasar ese comportamiento, es lo peor que puede hacer, ya que le estará dando una razón, no solo de seguir retándole más insistentemente, sino que perderá ante sus ojos el respeto y la autoridad.
Esto traerá como resultado que los desafíos serán cada vez más variados y de mayor calibre que los anteriores. Poco a poco, se irá degradando su influencia sobre ese pequeño ser que tanto ama y comenzarán los problemas en la escuela y se volverá incontrolable ante cualquier cosa que huela a sometimiento.
Usted debe preguntarse si es esto lo que desea lograr, o tiene la meta de hacer de el una persona responsable que entienda sus límites y los de otros.
Déjeme decirle, que nunca es tarde para cambiar los acontecimientos y el rumbo. Mientras más tarde comience, más duro será, aunque no imposible. Para ello tome nota de los siguiente:
- Nunca olvide que usted es el adulto y el que sabe lo que le conviene a su hijo.
- No hay nada malo en decir unos cuantos “No” cuando sea necesario.
- El amar, nunca puede ser una excusa para quitarle la oportunidad de experimentar la frustración, de saber que no todo se puede tener en el momento que se desea. La frustración es parte de la vida.
- Quedarse tranquilo ante las explosiones de desafío del niño, hará de él una persona insoportablemente irreverente e incontrolable.
- ¡RECUERDE!: cuando el niño le reta, simplemente esta poniendo a prueba su propia confianza y valor.
- Al corregirlo le hará sentir la seguridad de la disciplina cariñosa que le dice: “de aquí no puedes pasar”
- Amar no significa consentir, es ser firme cuando es necesario por el bien del niño.
- Es necesario que ante el desafío del pequeño, siempre usted gane la batalla, y no sea él quien imponga su deseo.
- Cuando usted sea retado, no desvíe la mirada a otro lado, porque el entenderá que usted teme enfrentarle. Mírele fijamente a los ojos hasta que el baje la mirada en actitud de sometimiento.
- Por último, cuando el niño se calme, no olvide recordarle que usted le ama y que existen beneficios en la obediencia y el sometimiento.
Alguien afirmo que los mejores padres, son aquellos que han aprendido a criar mascotas. Esto tiene mucha sabiduría, ya que todo se basa en hacerle saber a ambos, quién manda. Y eso debe hacer usted con su niño.
En mi próximo artículo, hablaremos sobre el uso de la “Ley de la causa y el efecto” en la crianza.
Ana M. Vargas.
Educadora.