Hay matrimonios que no terminan de salir de la circunstancia en que se encuentran. Experimentan lo que yo llamo el efecto “Montaña Rusa”, hay momentos que están arriba, y otros momentos están abajo. Siempre están luchando con la misma situación. Aunque lo hablan, lo enfrentan y lo intentan, siempre terminan cayendo en lo mismo. Se ha caído en un ciclo vicioso que terminará, si no cambia, mermando la relación. ¿Qué hacer para romper este ciclo y salir del efecto Montaña Rusa?
Dejar de hablar de lo que pasa y enfocarse en acciones. Cuando se llaga a una situación como la descrita, normalmente la pareja sabe claramente lo que está pasando entre ellos. Cada uno tiene un diagnóstico claro de la situación. El error que se comete, es permanecer evaluando y haciendo el diagnóstico y nunca tomar acciones a seguir. Es importante tener claro lo que sucede como pareja, pero no podemos simplemente quedarnos allí, en el diagnóstico. Necesitamos avanzar en lo que se necesita cambiar. Es hora de abandonar la discusión y el análisis y tomar acciones concretas basadas en lo que ya se conoce. La próxima vez que hables con tu pareja enfócate en las acciones que pueden tomar para cambiar, para salir de la parálisis. Tomen decisiones juntos que tengan como prioridad avanzar en la solución de los problemas. Piensen en lo qué es mejor para el matrimonio, la familia, y no lo que es mejor para cada uno en particular.
Decidan dar pequeños pasos que liberen la tensión. Es de suma importancia que ustedes tomen acciones que sean realistas y a corto plazo. No pretendan tomar grandes decisiones que impliquen acciones de mucha envergadura y demanden demasiado tiempo. Les recomiendo que tomen acciones pequeñas, pero que se vean y se sientan en la relación. Por ejemplo: “Tomar una hora cada semana para hablar de las acciones que hemos tomado; si no tenemos tiempo para nosotros, no aceptaremos compromisos que impliquen tiempo con otros”. Estas y otras decisiones más, pueden tener el efecto de válvula de escape, que ayude al matrimonio a aliviar las tensiones y ver que si pueden dar pasos para salir del pozo en que se encuentran. Comienza hoy mismo, en acuerdo con tu pareja, a tomar acciones pequeñas que te ayuden a recobrar la fe, las fuerzas y la esperanza. Aplícalo a cada aspecto de tu relación que necesite ser mejorada.
Sean persistentes y no desmayen. El comenzar un plan de recuperación, no nos asegura resultados inmediatos. La mayoría de las veces, el efecto Montaña Rusa se da, por que pensamos que cuando las cosas mejoran, no necesitamos seguir trabajando y se cae de nuevo en lo mismo. Se trata de romper con el mal hábito ya establecido y para ello hay que persistir hasta establecer o lograr lo que se han propuesto. Si han decidido algunas acciones semanales, enfóquense en eso hasta que se haga parte de ustedes. Hablen, reúnanse y anímense a seguir adelante. Si alguno de los dos decae, el otro lo animará y buscará la manera de que siga en el plan de acción. Celebren las pequeñas victorias. Si algo anima a seguir es reconocer los logros, celebrarlos y tomarlos como trampolín para dar otros pasos de acción. Persistan, sean constantes y no se rindan y verán que paso a paso, comienzan a estabilizarse y la relación toma su ritmo normal.
Hay un refrán que dice: “No dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy ” comienza lo más pronto posible, reúne a tu cónyuge, hablen de lo que esta sucediendo, tomen pequeñas acciones y sean persistente hasta lograr lo deseado. Recuerda, no te rindas.
Pastor, Eliezer Pérez.