Nuestras diferencias no tienen que separarnos o alejarnos el uno del otro, al contrario, estas pueden ser nuestras aliadas para lograr una relación más equilibrada y saludable. En este artículo encontrarás la manera de usarlas para el beneficio y la paz de tu matrimonio.
El Conversar para las mujeres. No es un secreto para nadie que las mujeres hablan más que los hombres, (hay excepciones). Ellas desarrollan la facilidad de expresarse mas temprano en la vida. El hablar para las mujeres es una forma de expresar sus emociones y sentimientos. Es por esa razón que los hombres tienen que desarrollar el arte de oír con atención, no para dar un consejo o dar soluciones, sino para que ellas se sientan comprendidas y amadas emocionalmente. La mujer necesita que se le validen sus sentimientos, necesita ser escuchada y le causa incomodidad cuando no puede expresarse.
La solución de problemas. Mientras la mujer maneja los problemas desde las emociones, el hombre lo hace desde la razón y lo pragmático. En este aspecto las mujeres deben confiar en su esposo y buscar su ayuda para la resolución de circunstancias que puedan estar afectando la familia. Las mujeres tienden a enredarse en muchos detalles mientras que el hombre se enfoca en el problema en si. Al tomar en cuenta esta diferencia usted puede experimentar paz, sabiendo que su esposo está a cargo.
La intuición, un campo de las mujeres. La mujer es sumamente intuitiva. Algunos llaman a esto “sexto sentido”. Esto ayuda a la mujer a percibir cosas que no se ven a simple vista, pero que en lo espiritual o emocional lo perciben. Lamentablemente el hombre no le da mucha importancia a esto, sin embargo, sería una gran ayuda si se la diera. Hombre, no desestimes esta habilidad de la mujer, para ello, debes abandonar tu orgullo y escucharla cuando te dice: “….no se porque, pero esto tiene algo que no me gusta…”
Un punto de equilibrio para las mujeres y los hombres. Los hombres, a diferencia de las mujeres, se preocupan menos que ellas. La mujer no solo se preocupa, sino que intensifica la preocupación, ya que percibe más riesgos. Esta es una buena oportunidad, para que como hombre, ayudes a equilibrar la preocupación de tu cónyuge. De esa manera, ella estaría menos ansiosa y deprimida, evitando así el estrés causado por la preocupación.
La capacidad de Hacer muchas cosas a la vez. Es sabido que las mujeres pueden hacer varias tareas a la vez sin ningún problema, mientras que los hombres no pueden caminar y masticar chicle, simultáneamente. Esta es la razón de porque las esposas atienden a los niños, la cocina, la lavadora y otras cosas más sin experimentar un caos. Aunque esta es una realidad, también es una verdad que el esposo y los hijos deben ayudar a aliviar las múltiples tareas de la mujer (sobre todo cuando ella, también trabaja fuera de casa). Al hacerlo ella se sentirá más descansada y dispuesta a complacer a su esposo en otros aspectos.
Las mujeres necesitan oír que se les ama, el hombre necesita sentir y oír reconocimiento. Estos dos elementos de diferencia son una tremenda oportunidad para agregar valor a la relación. Hombres, no dejen de expresar con sus labios y con hechos cuanto aman a sus esposas. No pierdan la oportunidad para llenar sus oídos del amor y el reconocimiento que sienten por ella. Mujer, si deseas conquistar el corazón de tu esposo llénalo de reconocimiento por lo que es y por lo que hace. No te canses de agradecerle y mostrarle tu aprecio por los logros que él alcance. El necesita esto de ti.
La autora Nelly Rojas da dos sugerencias para hombres y mujeres a la luz del matrimonio:
Para los hombres: Escúchela, consiéntala, abrácela en silencio, validando sus sentimientos. Validar no es estar de acuerdo, es aceptar la diferencia. No la ignore, ni la critique. Recuerde que las mujeres hablan de sus problemas para acercarse no para obtener soluciones ni culparlo. Trabaje desde la perspectiva de compartir el poder y el control.
Para las mujeres: Apóyelo sin criticarlo. No trate de ser la mamá de él al querer cambiarlo. Recuerde que él se siente culpable cuando usted habla de sus problemas. Póngale límites porque así él se siente estimulado a dar más y a cambiar sus conductas disfuncionales. Para ello exprese sus sentimientos en forma asertiva, es decir, sin “cantaleta”. Trabaje para mejorar su autoestima.
Recuerda, la familia es lo más importante, y tu eres parte de ella.
Pastor, Eliezer Pérez.