Tu hogar está llamdo a ser un remanso de paz, y estos princios te ayudarán a lograrlo. 1. Sean de un mismo sentir. Este principio nos reta a estar alineados en lo mismo. Esto se logra acordando nuestra manera de pensar con respecto a como tratarnos, que espero yo de ti y tu de mi. También, cuando acordamos los mismos principios y valores por los cuales vamos a vivir, o sea, estableciendo una serie de normas y pautas donde todos estemos de acuerdo a cumplir y respetar.
Este principio nos ayuda a tener un mapa de cómo relacionarnos el uno con el otro, trayendo como resultado, una misma manera de sentir en lo fundamental, evitando así diferencias innecesarias.
Siéntate con tu pareja y discutan aquellas cosas en la que necesitan estar en un mismo sentir.
2.Tengan compasión el uno por el otro. La compasión es un sentimiento humano que se manifiesta a partir del sufrimiento de otro ser. En mi experiencia como consejero y pastor he visto matrimonios destruirse por falta de compasión por el otro.
Cuando amamos a nuestra pareja nos compadecemos de sus malos momentos. La compasión nos lleva a comprender al otro, a ayudarle en aquello que le esta causando dolor. La compasión le hace cooperar y servir al otro y no solo esperar ser servido. La compasión nos hace enfocarnos en el otro y no en nosotros. Desarrolla la compasión con tu pareja. Aprende a ser compasivo con la persona que amas.
3. Mantengan una buena actitud. John Maxwell dice: “La actitud es un sentimiento interior expresado en la conducta. Es por eso que a la actitud se ve sin decir una sola palabra”. Te haz preguntado, ¿cómo es tu actitud para con tu cónyuge, en diferentes circunstancias? Yo reconozco que hay momentos en que no tengo la mejor actitud con mi esposa, le contesto bruscamente y me comporto de manera inapropiada.
Decide cambiar esa conducta errada, esa manera de contestar o esa forma de decir las cosas. Preocúpate en cultivar una actitud positiva ante la adversidad; cultiva una actitud que sea más relajada, menos exigente y sobre todo una actitud de comprensión y respeto por tu media naranja. Recuerda, tu actitud puede hacer que las cosas cambien con tu pareja.
4. No paguen con la misma moneda, (mal por mal). Hay en todo ser humano, la tendencia a ser vengativos y devolver el mal que nos hacen. Muchas parejas viven tomando venganza, y esa venganza es lo que poco a poco arruina sus vidas y al final el matrimonio. Por qué no hacer lo que dijo Jesucristo: “Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti”. Si deseas ser comprendido, comienza por comprender; si deseas ser amado, comienza por amar; si deseas ser ayudado, comienza por ayudar; si deseas ser tratado con respeto, comienza a respetar; De esta manera vencerás el mal haciendo lo bueno. Cuanto necesitamos poner este principio en practica en nuestros matrimonios.
5. No respondas con insultos, responde de buena manera. Ya es una mala acción cuando gritamos, mucho más cuando ese grito va cargado de insulto y descalificación. El insulto es una manera de agredir a la otra persona, es una forma de molestar, herir. Esto lo hacemos cuando hay algo que nos molesta de nuestra pareja, o cuando su actitud o conducta me desagrada.
Creo que tenemos que reaprender a hablar y también a no insultar. Hay que aprender a resolver nuestras diferencias sin insultarnos. Para lograr esto, hay que decidir practicar el dominio propio y la cordura. Sea consiente de su problema y para no caer en provocaciones que le lleven a ofender a su pareja. Cuando hables, mide bien las palabras que usas, ya que alguna puede ser ofensiva.
6. Busca la paz en tu hogar y mantenla. A todos nos preocupa la paz mundial. Pero me pregunto ¿tenemos esa misma preocupación por la paz de nuestros hogares? Nuestros hijos y nuestro cónyuge necesitan un lugar donde se experimente la paz. El hogar esta llamado a ser ese lugar donde se viva en paz, donde se experimente la comprensión, donde se resuelvan las diferencias sin que estalle un hecatombe. El hogar debe ser ese lugar a donde siempre te gustaría llegar y permanecer. Para lograrlo debes poner en practica los cinco anteriores principios y desarrollar una actitud pacificadora en todo momento.
Pastor Eliezer Pérez.